Todo es relativo en esta vida. Lo que en apariencia era muy importante, de repente pasa a un estadio diferente. Sigue siendo relevante, pero se convierte en una pulguita en la inmensidad de lo que pasa ahí fuera, en el exterior.
En este estado caótico, estoy siendo capaz de mantener la serenidad la mayor parte del tiempo. Todo se ha detenido, es momento de estar con una misma, de saber auto cuidarse y gestionarse para llevarte bien contigo.
Tengo que decir que estos dos últimos años he estado fijando mis básicos, reforzando mis pilares y me siento fuerte, para poder sostenerme. Me preocupa la salud, sobre todo de mis familiares, mucho, pero creo que ahora mi foco ha de estar en el momento a momento, en conectarme con lo que «siento» cuando van llegando las cosas y desde ahí, lanzar la intuición de lo que he de decidir, hacer. No forzar nada. En el forzar, he aprendido que nos desconectamos de nuestra esencia y empezamos a correr como “títere sin cabeza”.
Es verdad, que hay una cosa que es la que me cuesta, y es que los míos sufran. También he reflexionado sobre esto los últimos meses, y es humano y está bien, pero no puedo ser la heroína ni salvar a nadie. Simplemente, acompañar, aconsejar desde un lugar ligero y como observadora de las decisiones ajenas. No todas las personas gestionan las cosas como yo, ni yo las gestiono como las demás. Por lo que ahora estoy en un momento, de aprender a desapegarme y que cada un@ las viva desde dónde quiera! En ello estoy.
Lo que me sale decir es Viva la Vida, Viva la humanidad, Viva la Salud y fuera el mundo superficial, consumista, de falta de tiempo y al final de desconexión de una misma y de las demás.
Es tiempo de parar, de cuidarse, de ser responsable y de no anticipar nada. De ir gestionando momento a momento lo que la vida nos depare y traiga hacia nosotras.
Un abrazo enorme VIDA.
Ester